Blog


El análisis de las fuerzas competitivas en el sector diseño

Quienes de una u otra forma tenemos contacto con la profesión del diseño o desarrollo web sabemos la enorme competencia que existe en el sector. Esto genera para muchas empresas y freelances un enorme problema ya que, muchas veces, dado el acceso asequible a la información y a los recursos necesarios para encontrar profesionales en esta área, el poder negociador en manos del cliente es mayor que en otros sectores. Teniendo en cuenta lo saturado que está el mercado de estos servicios y de profesionales y empresas que los ofrecen ¿no os parece que se trata de un sector con unas especiales dificultades? Hagamos primero una aproximación a este tema desde una análisis más generalista para comprender los aspectos involucrados, sea cual sea el negocio al que nos dediquemos, desde el punto de vista del análisis de mercados.


LAS FUERZAS DETERMINANTES DE LA COMPETENCIA

Aunque el entorno relevante de la empresa es muy amplio y abarca tanto fuerzas sociales como económicas, el aspecto clave del entorno de la empresa es el sector o sectores industriales en los cuales compite. La estructura de un sector industrial tiene una fuerte influencia al determinar las reglas del juego competitivas así como las posibilidades estratégicas potencialmente disponibles para la empresa. Las fuerzas externas al sector industrial son de importancia principalmente en un sentido relativo: dado que las fuerzas externas por lo general afectan a todas las empresas del sector industrial, la clave se encuentra en las distintas habilidades de las empresas para enfrentarse a ellas.

La intensidad de la competencia en un sector industrial no es ni coincidencia ni mala suerte. Más bien, la competencia en un sector industrial tiene sus raíces en su estructura económica fundamental y va más allá del comportamiento de los competidores actuales. La situación de la competencia en un sector industrial depende de CINCO FUERZAS COMPETITIVAS BÁSICAS:

  • La rivalidad entre los competidores existentes en el sector industrial.
  • La amenaza de productos o servicios sustitutos.
  • La amenaza de nuevos ingresos en el sector.
  • El Poder negociador de los clientes.
  • El Poder negociador de los proveedores.

La acción conjunta de estas fuerzas determina la rentabilidad potencial en el sector industrial, en donde el potencial de utilidades, de beneficios se mide en términos del rendimiento a largo plazo del capital invertido. No todos los sectores industriales tienen el mismo potencial: se distinguen fundamentalmente en el potencial de utilidades finales a medida que difiere la acción conjunta de dichas fuerzas, que pueden variar desde intensas hasta relativamente débiles. Lógicamente, en aquellos sectores donde la competencia es intensa, ninguna empresa obtendrá rendimientos espectaculares, mientras que en los sectores en los que la competencia es débil, son bastante comunes los rendimientos elevados.

Estas cinco fuerzas competitivas reflejan el hecho de que la competencia en un sector industrial va más allá de los simples competidores, los CLIENTES, PROVEEDORES, SUSTITUTOS Y COMPETIDORES POTENCIALES son todos COMPETIDORES para las empresas en un sector industrial y pueden ser de mayor o menor importancia, dependiendo de las circunstancias particulares. La competencia, en un sentido más amplio, podría denominarse rivalidad amplificada.

Las cinco fuerzas competitivas conjuntamente determinan la intensidad competitiva así como la rentabilidad del sector industrial, y la fuerza o fuerzas más poderosas son las que gobiernan y resultan cruciales desde el punto de vista de la formulación de la estrategia. Por ejemplo, incluso una empresa con una posición fuerte en el mercado en un sector industrial en donde los competidores potenciales no constituyen una amenaza, obtendrá bajos rendimientos si se enfrenta a un sustituto superior, de coste más bajo. Aun si no existen sustitutos y está bloqueado el ingreso, la intensa rivalidad entre los competidores existentes limitará los rendimientos potenciales. El caso extremo de "intensidad competitiva" en un sector industrial está representado por la competencia perfecta de los economistas, en donde el ingreso es libre, las empresas existentes no tienen poder negociador con los proveedores y los clientes, y la rivalidad es desenfrenada debido a que numerosas empresas y los productos son todos similares.
VOLVIENDO AL SECTOR DISEÑO...

El sector del diseño/desarrollo web no se encuentra ajeno a estas consideraciones y creo que en él se dan enormes dificultades que nos permitirían situarlo en un punto muy cercano al de esta comentada "competencia perfecta". Veámoslo:

Por un lado, la rivalidad entre los competidores actuales es feroz y el nivel de algunos trabajos es tan alto, que a veces desmoralizaría a cualquiera que se encuentre lejos de poder igualar lo que otros ofrecen. Por si fuera poco, la posibilidad de trabajar online produce un efecto curioso: es favorecedora para quienes ofrecen estos servicios desde el tercer mundo o países con rentas más bajas, ya que cuentan con una ventaja en costes de la que no disponen quienes realizan esos mismos servicios desde países donde el coste de la vida es mayor. Últimamente, es frecuente ver como muchas empresas españolas buscan colaboraciones con profesionales freelance al otro lado del Atlántico sencillamente porque les sale más barato.

Por otro lado, en este sector la amenaza de servicios sustitutos es enorme, lo que obliga en algunos casos a optar por una especialización, no siempre sencilla, como único medio de diferenciación. No sólo hay muchos servicios capaces de sustituir al tuyo, sino que además, dentro de esta abundancia los hay de muy buena calidad.

Este asunto de la competencia se complica todavía más con un tema candente para la comunidad de diseñadores y desarrolladores en Internet: el intrusismo profesional en nuestra rama, algo que también se observa en el área de Marketing Online. Quizás este fenómeno no suponga una verdadera competencia en sentido estricto, pero dificulta que el cliente menos ducho en la materia haga una elección acertada, ya que tiene más opciones entre las que elegir. En general, la amenaza de nuevos ingresos en el sector es alta, quizás no todos tengan capacidad para mantenerse, es cierto, pero la entrada en principio es sencilla y eso se refleja en el gran número de ofertas en este tipo de servicios.

Por último, el poder negociador en este caso, y especialmente en el mundillo de los freelance, merece atención casi exclusivamente por la parte de los clientes, ya que el aprovisionamiento no existe en la mayoría de los casos y no es esencial para la prestación de este servicio. Aún con todo, bajo la consideración de que el servicio prestado por los ISPs y las licencias de los fabricantes de software forman parte de nuestro "aprovisionamiento", siempre y cuando tengan un carácter periódico y recurrente, hay que decir que el poder negociador está en la parte contraria. Lo mismo ocurre con el del cliente, teniendo en cuenta la facilidad existente para optar por otro candidato que le preste el servicio, es fácil que "huya" si no tenía la decisión tomada desde el principio. Hay que curarse en salud, pues determinadas prácticas pueden atraer malos clientes que constantemente van a regatear el valor de la hora de trabajo. ¿A alguien le resulta familiar este problema?

En fin, a la vista de todos estos aspectos que repercuten en la enorme competencia presente en el sector del diseño web, me gustaría conocer vuestras opiniones al respecto. De estas famosas cinco fuerzas competitivas de Porter ¿Cuáles creéis que son las que inciden más intensamente en el sector donde se trabaja con el diseño web y/o marketing online?

También una pregunta para tí, profesional del sector: Cuando deseas desarrollar una ventaja competitiva respecto a tus rivales ¿cómo lo haces?